miércoles, 9 de junio de 2010

La Historia Sin Fin I.

Cojio el mechero y "chisp", encendió el cigarro que tenía en la boca. Le dio una calada y alzando la cabeza dejó que el humo saliera de su boca, hasta chocar con el tejado y desaparecer. Llevó su mano a la cabeza y se quedó pensando, miles de preguntas inundaron su cabeza; ¿Qué tengo que hacer? ¿Y si no hacemos lo correcto? ¿Y si el plan no saliera como quisieramos?. Demasiadas preguntas y todas sin respuesta.
"Piiiiiiiit". El móvil. Metió la mano en el bolso y sacó el móvil. Miró a la pantalla y en ella aparecía el nombre de Thomas. Le vino la sensación de unas mariposillas en el estómago y cojio el móvil.
-Hola cariño. ¿Qué pasa?[...] Lo sé.[...]¿Esta noche?¿A acampar? Uhm... Me parece genial.[...] Ven a buscarme a casa a esa hora. Te quiero.
Recogió todo lo que estaba expandido por la mesa y lo metió en su bolso. El mechero, el paquete de cigarros, la cartera,... Se levantó y se salió del bar dejando el dinero en la mesa que había estado sentada.

Media hora después, llegó a casa y subió a su habitación corriendo.Cojio del armario una camiseta de tirantes y unos shorts que tenía, nuevos y se los puso. Las siete. Ha llegado la hora.
-Ama, he quedado. No me esperéis para cenar.
Le dio un beso en la mejilla a su madre y salió al jardín. Ahí estaba el coche de Thomas, con él dentro. Iris, entró en el coche. Acerco su cara a la del chico y sus labios se juntaron en un beso.
-¿Preparada? Hoy nos espera una noche muy larga, pequeña.
Iris sonrió y se quedó mirándo la cara del otro, esa sonrisa que hacía que ella también sonriera. Le encantaba, le amaba.
Se puso el cinturón y el chico arrancó el coche, ahí iban; a acampar.

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